CRÓNICA DE UNA CENA ANUNCIADA

Nos adelantamos el organizador y tres más para confirmar el número de asistentes, poco a poco fueron apareciendo las compañeras y compañeros. De ellos decir que no cambian demasiado de paisano, de ellas decir que están hasta buenas cuando van de calle.

Uno de los jefes se sentó a mi lado con todo lo que eso conlleva ( no poder criticarle y vigilar mucho lo que dices y de quién lo dices ), por lo que decidí que esa sería una cena bastante abstemia.

La sangría empezó a correr por la mesa y la sangre de los comensales lo que provocó el inicio del espectáculo:

Fotos con el móvil a los tangas de las compañeras pilladas in fraganti, o no tanto.

El jefe que tenía a mi lado dándose el filetazo con otro compañero, en broma, claro.

Dos compañeras ( una casada y la otra viviendo con el novio ) dándose otro filetazo.

Otro jefe ( asistieron dos a la bacanal ) dando continuos paseillos al baño para empolvarse la nariz ( dato confirmado por el que le suministró la mercancía, que es otro compañero ).

Después de los cafés y los chupitos de rigor nos fueron entregadas unas invitaciones para una discoteca de la zona, nos dirigimos todos hacia allí.

Yo ya había estado varias veces, pero no pensaba que hubiera cambiado tanto desde la última vez.

Los buitres que se encontraban en la sala afilaron sus garras cuando vieron aparecer a seis tíos con veinte chicas. Los chicos nos fuimos a la barra a lo que van los chicos a la barra, a beber, mientras ellas iban al guardarropía a desprenderse de sus prendas de abrigo.

Desde la barra se tenía una perspectiva privilegiada del ya mentado guardarropía, y dado el momento etílico en el que vivíamos sumidos, empezamos a dejar de ver los defectos de carácter morfológico que las féminas padecen a nuestros ojos cuando vamos serenos.

Y como la cosa se alarga demasiado, lo dejaré aquí para continuar mañana con el resto de la velada, que dio para un post igual o más largo que este.

P.D. He de decir que hay documentos gráficos de la mayoría de los hechos aquí narrados, pero no haré uso de ellos por lo que pudiera pasar.