martes, 7 de junio de 2011

¿WOK?, NUNCA MÁS.

El viernes por la noche y después de muchas presiones hacia mi persona accedí a ir a cenar a un wok para celebrar un cumpleaños.

Soy enemigo irreconciliable de bufets libres y todo lo que se le parezca, odio el tener que levantarme a ir a buscar la comida yo mismo.

Y no es porque se me caigan los anillos al hacerlo, es por lo mucho que se pierde en el proceso.

En casi ningún momento coincidimos todos a la vez en la mesa y había que hacer unas colas larguísimas para que te hicieran lo que habías escogido.

No conseguimos mantener una conversación coherente más de cinco minutos sin que alguien se levantara.

El homenajeado me preguntó qué me había parecido y le dije que no me volvería a ver en ese sitio ni ninguno parecido nunca más.

Lo siento pero lo que a mi me gusta es sentarme, disfrutar de la compañía toda la cena y charlar tranquilamente mientras esperas que te traigan los platos.

Llamadme clásico.

Próximamente hablaré de la comida del domingo con los amigos, sus parejas ( que no amigas ), y sus hijos...

2 comentarios:

vainilla dijo...

totalmente de acuerdo, no pienso ir a ninguno, tienen decoración de tanatorio y gambas manipuladas genéticamente

J-vol dijo...

Para mi el Infierno es un chiquipark o una guarderia...¡menuda encerrona!