Me vuelvo a despertar, me cuesta abrir los ojos, me pesan los párpados. Deduzco que voy en ambulancia ya que noto el traqueteo y oigo la sirena que me acompaña. Estoy tumbado y veo el techo blanco, intento incorporarme para sentarme y en ese momento los dos hombres de bata blanca que me acompañan me miran igual que los bomberos un rato antes, con cara de pánico.
Me preguntan que intento hacer y les digo que sentarme, se miran estupefactos y me dicen que no, que mejor me tumbe y descanse, que falta poco para llegar al hospital. Intento ver si los dos acompañantes del coche están en la misma ambulancia que yo, pero no logro verlos.
Me toman el pulso y me preguntan como me encuentro, les digo que mareado y les pregunto que ha pasado, se miran y no me contestan.
Vuelvo a caer inconsciente.
( Continuará )
jueves, 1 de febrero de 2007
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5 comentarios:
ains, me tienes con el corazón espachurrao
No le veo la puñetera gracia a que recuerdes eso, cuñado. Hay cosas que es mejor no sacar de la memoria.
Menudo susto...
Recuerdas si los de la ambulancia estaban peinados?
esto es muy bestia ¿no?
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