Y es que siempre te sorprende el que menos te esperas, estás hablando con él o ella tranquilamente y como por arte de magia aparece entre sus manos un talonario de participaciones. Te dicen que es para el carnaval del colegio de los niños, para reparar el órgano de una iglesia ( o del párroco ), los boixos nois, los ultra sur… siempre son buenas causas.
Y claro, si les dices que no y el que está a tu lado compra piensas, a ver si va a tocar y voy a ser el único gilipollas que no ha comprado, te imaginas la situación y decides comprar aunque solo sea una papeleta, para poder brindar si toca y no ser típico al que todos señalan con el dedo y del que se mofan a sus espaldas ( y con razón ).
Luego están los que a causa de una alineación astral que solo se da una vez cada 2.000 años, o porque lo ha dicho un vidente, o ha habido una catástrofe natural, deciden hacer una excursión de un día a un pueblo que está en el quinto coño para comprar un décimo de lotería, que se convierten en treinta ya que todo el que se entera le encarga uno.
Pues nada, que a cada uno le toque lo que se merece y que el calvo ( aunque este año no sale en el spot ) reparta suerte.
A esta ya le ha tocado el gordo.
5 comentarios:
Pues yo ya puede comprar el de al lado, o el de al lado de el de al lado, que sólo compro un número, el del trabajo y nunca hago excepciones. La verdad es que no me gusta demasiado jugar a la lotería.
Besos.
P.d. hacen muy buena pareja los de la foto, jajaja.
Por el bogite de Bronson,aun no he empezado a gastar desaforadamente mis ahorros en décimos,esto no puede ser,ya deberia haber batido mi record.Ahhh me voy xD
Muy bueno el blog
Yo paso de comprar en el trabajo..si me tuviera que quedar un décimo de cada departamento se me van dos sueldos o tres...¡mejor la quiniela!!jejeje
Mas bien el gordo le ha tocado a él
Has dado en el clavo.
Yo no compro para que me toque (harto improbable). Compro para que no le toque al de al lado y yo me quede como un gilipollas...
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