Y es que los excesos se pagan, no hay vuelta de hoja.
Hace poco os hablaba de la compañera de trabajo que fue al FICEB y que comentó que tampoco era para tanto y tal y tal….
Antes de ayer la chica hacía muy mala cara, andaba como a cámara lenta y cuando le preguntabas que le pasaba decía que no se encontraba muy bien pero sin especificar.
Ayer algunos tuvimos la suerte ( JA ) de ir a trabajar, y mientras nos tomábamos un café algunas de sus “compañeras” hablaban de ella.
Sin tener que abrir la boca me enteré de que la chica había tenido que ser operada de urgencia de hemorroides, sus queridas compañeras bromeaban sin ningún rubor especulando sobre lo que habría hecho la chica para acabar pasando por el quirófano.
Que si para eso hay que usar vaselina, que si seguro que se metió algo demasiado grande, que si es una viciosa, que si la lubricación, que si las pollas de los negros…
Total, que según sus compañeras seguro que la chica se metió algo que no se tenía que meter ( por lo menos por ese agujero ), y acabó pasando por el quirófano por guarra.
Eso le pasa por ir al FICEB, decir que no es para tanto, e intentar emular a los profesionales sin la formación adecuada.
viernes, 13 de octubre de 2006
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4 comentarios:
Ostias.... A veces pienso que trabajas en un zoo. ¿Y si la mujer solo tenía unas almorranas de las normales?
A esa le han dao a traición fijo... Las almorranas no existen, son una leyenda urbana, como los cocodrilos en el cagadero...
Yo la ví. Tenía una hemorroide tan grande que se la tenía que sujetar con esparadrapo en la espalda...¡te lo juro! Y rara vez se operan de urgencias, tiene que estar la cosa pero que mú mala, malísima...
dicen que hay dos tipos de almorrana, las rojas pequeñas y la de la señora esa que curra contigo.
Se rumorea que era como superman con la capa metida en el culo.
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