sábado, 11 de febrero de 2006
MADRE, NO HAY MAS QUE UNA
Hace muchos, muchos años, mi madre me dijo algo que había olvidado casi por completo hasta ayer.
No se exactamente que edad tenía, pero en esa época la inmigración no era lo que es ahora, recuerdo que la primera vez que vi a un hombre de color ( negro ) dije ( o mas bien grité ) que aquel señor tenía la cara sucia. Mi madre no sabía donde meterse y me explicó que no la tenía sucia, que era el color de su piel.
Otra cosa que me dijo mi madre y que me creí a pies puntillas, fue que los hombres de color ( negro ) no estornudan. Como no conocía a ninguno no pude averiguar si aquello era cierto o no, y con el tiempo aquella afirmación ( que contaba con la credibilidad que una madre tiene, es decir, toda ) se quedó en aquel rincón de la memoria donde los recuerdos permanecen escondidos esperando el detonante que los haga volver.
Y ayer fue ese día. Me cruce en el curro con un hombre de color ( negro ) y justo en ese momento el buen hombre estornudó.
En ese momento mi cerebro hizo una regresión a velocidad meteórica y revivió la escena en que mi madre me aseguraba que los negros no estornudaban.
Por si alguien lo dudaba:
Los hombres de color ( negro ) estornudan.
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1 comentario:
Es cierto, lo decía. Eso era cuando los Baltasares de las cabalgatas de reyes eran pintados.
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