jueves, 22 de diciembre de 2005

AMBIGUO

Había una vez dos cantantes que eran muy, muy amigos. Cada uno tenía su carrera musical en solitario y no les iba nada mal. Pero uno de ellos tenía una duda existencial. No tenía claro si le gustaban los chicos o las chicas y el otro en su afán de ayudarle intentó disipar las dudas de su amigo del alma.

Se trasladaron ambos dos a un cortijo y allí dieron rienda suelta a sus pasiones, como resultado de las mismas el chico que no tenía clara su sexualidad hubo de ser trasladado al hospital más cercano, para recibir puntos de sutura en el mismísimo....

Por lo visto posteriormente la experiencia no debió ser del todo gratificante ya que el que tenía las dudas se casó y tuvo una hija.

Esta historia se extendió hace ya tiempo y no se confirmó su veracidad. No voy a desvelar los nombres de la parejita en cuestión ya que los dos cuentan con mi simpatía.



Disfrutando



Cicatrizando

5 comentarios:

J-vol dijo...

¿Cómo de simpáticos te caen?Se-vi-llaaaaa-aarrrrg...

Anónimo dijo...

J- vol.. ¿Estas cicatrizando?

zen-cerro dijo...

Jooooooooooooooder. Pero a ti estas cosas quien te las cuenta? el guardés del cortijo?

No tendràs algun animo en la guardia real? Es que esos se saben unas historias de lo mas sabrosas y crujientes...

Un saludo

wildwildreally dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJA Amigos para siempre!!!

Silviqui dijo...

Pues a mi nadie me quita de la cabeza de que el casado con una hija quizás estaria mejor con el listo que le va todo....