MONTREAL 1976

Cuando tenía siete u ocho años recuerdo que pasé una semana en cama por algún tipo de infección intestinal, solo me levantaba para ir al baño. Recuerdo que durante el día me pasaba de mi cama a la de mis padres y allí transcurría mi jornada, como en aquella época no había tele en las habitaciones y mucho menos ordenadores ni videoconsolas, pues me entretenía con los tebeos de Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, etc. etc.
Un día vino mi abuelo a visitarme, y me regaló una colección que no era de cromos precisamente.

Ya estaba completada y lo que en las colecciones normales eran los cromos, en esta era el plástico que llevan en su interior las chapas de Coca-Cola, pero ilustrados con dibujos bastante psicodélicos de los campeones olímpicos más importantes de todos los tiempos.

La colección venía acompañada de un visor que llevaba una pequeña lupa en uno de sus extremos, lo que hacía que la imagen del atleta se agrandara al mirar a través de ella.

Lo cierto es que no se que ha sido de ella, al igual que pasa con las demás colecciones de cromos que he mencionado aquí.