LA MÁQUINA DEL TIEMPO

Estaba yo en mis cosas en el trabajo cuando se acerca a mí un hombre de cierta edad y me dice:

- Mira lo que me han colado.

Yo lo miro sin saber a que se refiere, y me enseña algo que lleva en la mano, miro y resulta ser una moneda muy parecida a un euro, pero que no lo es.

- Y me la han colado nada menos que a mí.

A todo esto vuelvo a mirar al hombre, por la manera de hablar parece que fuese alguien importante, pero su cara no me suena de nada.

- Esas cosas pasan.

Es lo único que se me ocurre decirle al buen hombre, no se que es lo que espera que yo haga.

- Parece mentira que me pase esto a mí habiendo sido policía durante más de treinta años.

No se que tipo de policía debía ser, pero por la pinta no creo que fuera del servicio de inteligencia ni del grupo especial de operaciones, hacía mas pinta de ser de esos que están todo el día sentados detrás de una mesa o de los que van multando los coches mal aparcados, y que si han de correr detrás de alguien empiezan a sufrir arritmias y taquicardias ( éstas últimas tanto auriculares como ventriculares ).
Yo hago un gesto con la cabeza intentando que parezca una afirmación pero sin que sea demasiado evidente, por lo que pudiera pasar.

- Antes estas cosas no pasaban.

Doy por entendido que al pobre hombre el cambio de la peseta al euro le ha causado muchos problemas, como a la inmensa mayoría de la gente mayor y le digo intentando hacerle sentir mejor:

- A todos nos cuesta acostumbrarnos.

A lo que él me responde :

- Cuando estaba Franco esto no hubiera pasado.

Ahí se acabó la conversación, le deseé buenas tardes y lo dejé con la palabra en la boca, cuando estaba Franco no pasaban estas cosas, pasaban otras mucho peores.